domingo, 7 de noviembre de 2010

Fragmentos (V)

‎'Ya no me siento solo como el náufrago que alcanza las orillas de la isla del doctor Moreau, perdido en un mundo inhóspito y hostil. No soy un hombre invisible que no puede compartir sus penurias. Es demasiada precaria la soledad y uno puede llegar a pensar que vive en su propia fantasía, aislado del mundo. No, ahora alguien comparte mis inquietudes y peripecias. Una compañera que se embarca en mi expedición con el mismo entusiasmo. Se hace las mismas preguntas, y desea esclarecerlas. Es como si fuéramos Sherlock Holmes y el doctor Watson. Claro que no sé quién de los dos es cada uno. Frente a la agudeza de Hiara sólo puedo sentir en mí el voluntarioso empeño de Watson'.
(El último eclipse)

domingo, 12 de septiembre de 2010

Escenarios: Plaza de la Cebada

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la plaza de la Cebada articulaba, al igual que la Plaza Mayor, un conjunto de espacios vacios originados a partir del siglo XV en los extramuros de la Puerta de Moros. Aquí se situaba uno de los mercados madrileños para la venta de cereales, legumbres y otros productos. Es por tanto y teniendo en cuenta el carácter agrícola de la sociedad madrileña, hasta bien entrado el siglo XIX, uno de los puntos económicos más destacados de la ciudad. Su nombre se debe a que en este lugar se separaba la cebada destinada a los caballos del rey de la de los regimientos de caballería. El grano lo traían a vender a esta plaza los labradores de la cercanía de Madrid. En el siglo XVII fue el lugar donde se instalaron las ferias de Madrid y en el siglo XIX pasaron a celebrarse allí las ejecuciones, siendo ahorcado en 1824 el general Riego y en 1837 Luis Candelas al Garrote Vil.

En dicha plaza se situaba el mercado de la Cebada que marcaba uno de los límites del espacio recorrido; en un principio, antes de quedar cobijado la venta se realizaba al aire libre en cajones. Se trataba de un mercado al por mayor, puestos y comerciantes daban un aspecto colorista y lleno de vida, aunque la única fuente que explique este color sea la escrita puesto que las referencias visuales se refieren a antiguas fotografías en blanco y negro. En 1837 con la desamortización de Mendizabal y su renovación urbanística el caserio circundante fue reformado hasta que en 1875 se inaguró un enorme edificio de hierro de iguales caracteristicas al que aún hoy podemos ver en la plaza de San Miguel, reflejo, ambos, de la modernidad recién llegada a Madrid.
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Una cosa era la arquitectura y otra la higiene, nos referimos a un estudio realizado por el Dr. Philip Hauser en 1902 sobre la salubridad de los mercados madrileños en el que se aseguraba que ningún mercado propiedad del ayuntamiento (Cebada y Mostenses) reunía las condiciones necesarias para la conservación de los géneros. Sin neveras en la Cebada se veían obligados a sacar las carnes sobrantes por las noches a sitios frescos para evitar su rápida putrefacción. Adyacente al mercado estaba la Iglesia de Nuestra Señora de Gracia o de la Vera Cruz, la cual fue derribada en 1903 dejando un solar que fue utilizado en el comienzo de los años cincuenta para la ampliación del mercado. Este nuevo proyecto produjo el derribo del antiguo edificio de hierro siendo sustituido por el actual de hormigón perdiendo toda la identidad con la que había nacido.
Jose Luis Ayuso

Fragmentos (VI) y Marie Curie

‎'Leo que Marie Curie ha descubierto el radio, un nuevo elemento químico de notable radioactividad. Algo que ya estaba ahí, pero desconocíamos. Aunque nadie ha visto el radio. Falta la demostración palpable, pero ya sabemos por Marie Curie que está ahí. Ella había advertido una energía que los compuestos de uranio irradian constantemente, dejando, por ejemplo, una impresión en la placa fotográfica, tras traspasar el papel negro sobre el que se había posado. Y se preguntó ¿por qué?. Y así perseveró en saber cuál era la naturaleza de ese fenómeno. Quizás algo así importe poco a la gente. Porque no lo tienen a su lado en la vida diaria. Porque 'no lo ve'. Pero cuando apareció hace unos meses el tranvía eléctrico, la gente lo observaba con asombro, e incluso temor, preguntándose cómo podía moverse sin que una fuerza 'visible' lo empujara. No lograban entenderlo, no lo veían. Los periódicos y científicos tuvieron que esforzarse en explicar cómo la fuerza primitiva se convertía en electricidad gracias a algo llamado dinamo. Y la gente, poco a poco, ha ido habituándose a viajar en esos tranvías , dejando de mirar, incluso, con inquietud, las bujías o reflectores que se encienden en el tranvía'
(El último eclipse')
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Marie Curie (1867- 1934) fue la primera persona en recibir dos premios Nobel en campos diferentes -Física y Química-, la primera mujer en doctorarse en Francia, y la primera en obtener una cátedra en La Sorbona de París.El primer Nobel lo recibió junto a su marido Pierre Curie y el científico H. Becquerel por el descubrimiento de la radiactividad y el segundo por el descubrimiento de los elementos radio y polonio, el aislamiento del radio y el estudio de la naturaleza y compuestos de este elemento.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Fragmentos (V)

‎'Nada es fácil cuando lo deseas tan intensa y profundamente. Y nuestros destinos no tienen por qué separarse irremediablemente. Sólo hay que desear que algo suceda. No tienen por qué caer dirigibles del cielo, ni resquebrajarse el hielo bajo tus pies'
('El último eclipse').

lunes, 16 de agosto de 2010

Fragmentos (IV)

'Contemplo los planetas y las estrellas, y pienso que no sabemos nada de lo que hay más allá de nosotros. Pienso en el Ojo de piedra, hecho de un material desconocido. Como el Polo Ártico para los exploradores, es algo por descubrir. Y además, puede ser la puerta que abra otro mundo. Por un momento, pienso que todo puede ser. Puede que hay seres de otros planetas que nos invadan. O seres de otra dimensión a los que podríaos invocar, para que nos protejan o nos concedan aquello que deseamos, pero también puede que se apoderen de nuestro mundo, porque somos más frágiles y elementales que ellos. Quizás nos lo merezcamos.
O, quizás, mirar más allá sólo lleve a perderse.'
(Fragmento de 'El último eclipse')

Fragmentos (III)

'Hay momentos en que todo se queda en blanco. Como si no hubiera ruido alguno. Me escondo. Huyo. Me siento como el naúfrago que llega a la orilla de la Isla del Doctor Moureau, y ya sabe lo que le espera. Como el que avista esa extraña nave en la campiña, en La guerra de los mundos, y es abrasado por un rayo que surge de ella. O como si con la máquina del tiempo hubiera llegado a un tiempo desconocido donde el sonido está ausente y las figuras borrosas.
Y pienso en Sherlock Holmes, con su mente poniendo orden en el caos del mundo. Una mente analítica que no deja resquicio para el azar. Todas las piezas del puzzle están en su sitio. Y como él, me entrego a mi violín, esperando que la música me secuestre y me haga olvidar ese boquete que se abre en mi corazón. Pero veo la foto de mi madre, y la música se desvanece. Necesito huir, necesito estar lejos.'
(Fragmento de 'El último eclipse').

Fragmentos (II)

'Lo invisible desata nuestra imaginación, pero el radio y el tranvía eléctrico son una realidad, y en cuanto vemos cómo funcionan el asombro ya se hace comprensión. Y un día convives con ello, olvidándote de aquel efecto que causó en ti, casi de alucinación, cuando apareció en tu vida por primera vez. No, no 'alucinabas'. No era magia, todo tiene su truco. Como sabe Houdini, o como saben los hermanos Lumiere, o Melies'.
(Fragmento de 'El último eclipse')